Reseña de película Instintos asesinos

Instintos Asesinos es una película que te mantiene al borde de tu asiento con su tensión constante y giros inesperados. La historia sigue a Alice y Celine, dos mujeres que parecen tenerlo todo: vidas felices, familias perfectas y una amistad inquebrantable. Sin embargo, todo cambia cuando un trágico accidente con uno de sus hijos que acaba en tragedia desata una serie de eventos que ponen a prueba sus lazos y su estabilidad mental.

Lo que más me sorprendió de la película es cómo la relación entre Alice y Celine se desmorona de manera tan natural y escalofriante poco a poco. A medida que avanza la historia, la culpa y la paranoia se apoderan de ambas, revelando el lado oscuro de sus personalidades que nunca se habían imaginado. La actuación de Anne Hathaway como (Celine) y Jessica Chastain (Alice) es simplemente brillante; ambas logran transmitir la complejidad emocional de sus personajes con una intensidad que te hace sentir cada momento de su angustia.

Benoit Delhome como director hace un excelente trabajo creando una atmósfera de tensión, donde cada escena te deja con el suspenso de que algo terrible está por suceder. La historia, escrita por Sarah Conradt, explora de manera profunda los límites del instinto maternal, la obsesión que puede sentir una madre ante una pérdida y hasta dónde pueden llegar las personas para proteger a sus seres queridos.

En resumen es un thriller psicológico que transmite un ambiente oscuro e intrigante. Si te gustan las historias llenas de suspenso y emociones intensas, definitivamente debes verla.